NACER MEDIUM, CLARIVIDENTE O PSÍQUICA

¿Ves lo que otros no? ¿Sabes lo que la gente piensa o siente? ¿Puedes percibir cuando una persona es buena, mala, miente o dice la verdad? ¿Puedes ver, escuchar o percibir seres de otros planos, ya sea personas fallecidas o seres inter dimensionales? ¿Cuándo vez una fotografía puedes trasladarte a ese lugar, incluso ver cómo las personas se mueves y hablan? ¿sientes que a veces todo desaparece a tu alrededor, que el piso se distorsiona que incluso sientes que si das un paso te caes al vació? ¿miras una pared con dibujos  y comienzan a aparecer seres con distintas formas? ¿Miras a los árboles y puedes ver cómo hay seres pequeñitos allí viviendo? ¿Puedes percibir la energía en todas las cosas, incluso las inanimadas como los juguetes o las rocas?

Bueno, yo tampoco, jejejeje, naaaaa, es broma; estas son sólo algunas de las cosas que me pasaban desde niña y hasta ahora de adulta.

 

Como ya te he contado en mi historia, desde niña veía, percibía y sentía cosas “extrañas”, pero que para mí, no lo eran tanto. Recuerdo haber escuchado el murmullo de muchas voces en mi cabeza, todas hablaban, yo me tapaba e intentaba no hacer caso, eso nunca se lo comenté a nadie, además era demasiado pequeña, ¿Quién me iba a creer?; siempre veía seres, luces, animales, la verdad es que no me asustaba en absoluto.

Algo que recuerdo muy nítido es mi añoranza a las estrellas, al cielo, al espacio, siempre pidiendo que me rescataran, cuestión que repetí hasta como los 15 o más y que una vez que acepté que debía vivir el aquí y ahora como diría Eckhart Tolle, solté esa nostalgia; sólo hace unos meses, cuando parecía a todos que el planeta tierra estaba más mal que nunca yo me re encanté con él; estaba en mi balcón y sentí un amor muy grande dentro de mí, y di gracias por haberme permitido estar aquí en estos momentos en que el planeta requiere de más apoyo para la ascensión.  Aunque muchas veces igual me caen algunas lagrimitas cuando aparecen recuerdos de esos otros mundos.

Algo que ya es un poco raro, creo yo, (si hay más personas a las que también le ha pasado por favor que me lo cuenten), era que mis recuerdos los tenía nítidos de vivencias desde los 2 años, según mi madre tal vez hasta tenía menos; recuerdo perfectamente lugares, colores, texturas, personas, situaciones; le describía a mi madre y ella me decía, hija es imposible que recuerdes esas cosas; menos podía decirle lo que hacía para mantenerlos; que era guardar aquellos hechos en pequeñas bolitas de luz, según yo en algún lugar del espacio o de mi mente; también recuerdo que desde muy pequeña, tal vez 4 años me sentía muy extraña en este cuerpo humano; siempre mirando mis manos y luego al cielo; siempre con añoranzas y preguntándome por qué estoy en este cuerpo; a los 41 años luego de hacerme una regresión con una colega entendí esa extrañeza.

Ah, me acuerdo que solía ver lo que iba a pasar, como accidentes o cosas un poquitín trágicas; me daba pena decirlo ya que a nadie le gusta recibir malas noticias. Así sucedió cuando tenía como 9 años y vi a mi padre lleno de sangre y personas a su alrededor y nieve. Pasaron sólo unos días cuando llegó antes de su turno de trabajo contando de su accidente. Desde ahí mi madre ya no dudaba cuando yo le decía algo que veía.

Si te han pasado alguna de estas cosas, pues te comento que eres psíquica o médium; esa es tu naturaleza y ya es tiempo de aceptar tus dones y la misión que tienes y que has venido a cumplir en esta encarnación, que es ayudar por medio de ellos a dar paz a otros.

Durante años guardé en lo más profundo de mi las cosas que veía, sentía, escuchaba, en los 80 y 90 aún, era casi un pecado mortal hablar de ello; y fue hasta que en mi búsqueda y querer salir de mi dolor álmico que me aquejaba por ese tiempo, que encontré a una psicóloga transpersonal, ella con sólo un par de preguntas me dijo quién era yo; sin yo haber mencionado nada, me preguntó de mis dones; y yo “what´s”; pues no quiero hablar de eso; jajajaja; síiii, esa fue mi respuesta, que pesada no (antipática); bueno tenía 20 años y andaba de víctima por la vida y de mujer misterio; guajajjajaja.

Un par de sesiones y ya le estaba contando todo lo que me sucedía y era tan feliz de estar con alguien que no me creyera loca. Un día en plena meditación de las que ella me hacía practicar, aparece en mi mente, en la nada, un espacio de luz, una anciana y me dice “Dile que va a morir”; claro, no era muy bueno el mensaje que digamos; y yo tratando de buscar en el espacio a la ancianita para que por favor me explicara un poco más o me diera otra señal; pero nada, sólo recordaba bien su imagen; y bueno le comenté a la psicóloga, quien queda un poco desconcertada y me pregunta si yo tenía algún familiar enfermo; y claro, por esa época mi querida madrina estaba con un cáncer muy avanzado que al poco tiempo se la llevó de éste plano. Pero al mes siguiente la psicóloga me dice – ¡He intentado encontrarte!, para decirte que el mensaje era para mí, mi maestra de Brasil fue quien te dio el mensaje y ella fue quien murió a la semana siguiente de tú haberme dicho eso. Yo no lo relacioné, pero cuando me avisaron recordé la descripción que me diste de la anciana y era ella la que se peinaba con ese tomate en su cabello. ¡Tú eres médium!  

Bueno ya me había dicho que era chamana producto de andar viendo seres en todas partes, en las paredes, cuadros, en mi mundo todo se mueve, y que conste que no fumo nada; no lo necesito; de hecho, siempre he pensado qué me pasaría si medito con alguna hierbita, tal vez me vuelva normal jajajaj y además porque vengo de ancestros que estaban muy conectados con la naturaleza para sanar, aunque en mi caso utilizo más la energía.

Y continuando con las historias, que espero no darte lata, (ah no creo porque ya llegaste hasta acá); entonces, en otra ocasión, estaba con mi masajista que me descontracturaba, solía ir cada vez que bajaba del turno de 10 días en faena (trabajé en minería, eso es común en Chile; trabajas 10 y descansas 10; o 7X7 0 14X14 ) y mientras estaba en lo más profundo de mi relajación aparece la voz de un señor y me dice muy fuerte y claro – “Dile que debe decirle la verdad a sus hijos ahora, o después será demasiado tarde”.- (Lo escribo y es como si le escuchara nuevamente) Y me repite otra vez lo mismo, con un tono marcado y firme. Luego de terminar la sesión le pregunto a Lupita (le voy a cambiar el nombre): Lupita, ¿tienes hijos?. – Claro responde ella, tengo 2, una niña y un niño, pero ya son grandes. – Ah, es que dijeron bla bla bla bla. Y Lupita me dice. – Gracias, mensaje recibido-. Yo le pedí que me explicara y no quiso hacerlo esa vez; esperó a la siguiente sesión en que me cuenta la historia:

“Tengo un amigo hace muchos años, con quien comenzamos a enamorarnos, él es amigo de la familia, comparte mucho con todos, con mis hijos y le he pedido tanto a mi padre que ya no está que me dé una señal, le pregunté y le pedí que me dijera qué tenía que hacer, y lo hizo a través de ti”

Esa vez me quedó muy claro que yo era un canal entre el cielo y la tierra, que no elegía cuándo ni cómo ellos se contactaban, sólo me buscaban en los momentos en que todo coincidía para que entregara los mensajes que tal vez llevaban mucho tiempo queriendo decir.

Y así mismo una y otra vez se daban las circunstancias, a veces los veía y otras sólo les escuchaba.

Una vez  hace muchos años luego de ver una película basada en Chico Xavier el gran médium brasileño, quien dedicó parte de su vida a llevar mensajes desde los otros planos, principalmente a las madres y a quienes sufrían por la perdida de otros, es que me surgió la inquietud de si yo podía realizar escritura automática; es decir, sueltas la manita y dejas que todo lo que otros quieran decir escriban a través de ti, o bien te dicten, que es mi caso, te lo adelanté; bueno sí, hice la prueba, pero esa vez fui osada, le dije a mi suegro que nunca conocí si quería comunicarse con su hijo, mi pareja, si quería decirle algo, que yo estaba allí y le podía ayudar; y de repente le escucho decir: – “Dile que perdone a su madre, que aún no puedo estar con ella”. – Y yo le dije, pero es que debe decirme algo más, algo que sólo ustedes entiendan, una señal. Y me dijo – Carmen.– Yo quedé más intrigada aún; dije Carmen, Carmen; ¿quién es Carmen? Nadie de la familia de mi pareja que yo supiera se llamaba así. Y comencé a dar vueltas en mi cabeza; de repente recordé que mi pareja tocaba en una banda en Perú cuando niños, y dije ¡ah, ya sé!, debe ser alguna canción peruana o de bandas; y comencé a buscar en you tube, puse a todo volumen todas las canciones que mencionaban a Carmen; mi pareja pasaba por mi lado y ni si quiera le llamaba la atención; hasta que le pregunté. Amorcito, ¿quién era Carmen? Y él me dice; “Mi mamá”, Y yo, plop, pero que no se llamaba ….; sí pero su segundo nombre era “Del Carmen” Y mi papá le decía Carmencita. Era mucho más simple; le di el recado.

Y desde ese momento ya no siento inseguridad de canalizar los mensajes; sólo les digo a las personas que no siempre ellos están autorizados para hablar o comunicarse, a veces inclusive ya están encarnados.

Cuando realicé el curso de Registros Akashicos y de Maestría, hasta lo encontré un poquito aburrido ya que me enseñaron una técnica con una oración para ver, sentir y escuchar cosas que yo siempre había podido ver, sentir y escuchar.

Sé que este es un camino solitario, habrán muchas personas que te van a rechazar, se van a burlar o querrán ponerte a prueba; pero en realidad son ellos quienes están probando la pureza de su corazón y la envidia que le provocas, nada más, a ese tipo de personas yo les dejo muy feliz, sin hacer ni decir nada y diciéndoles que no puedo, que su energía es más poderosa, que ellos son más fuertes y se van con sus egos enaltecidos y felices; pues yo sé y entiendo que no necesito probar nada a nadie, son mis vivencias, es mi verdad, y los menajes llegarán cuando tengan que llegar, no cuando alguien exija que se comuniquen con ellos.

Ahora cuéntame tú. Cuéntame tu historia. Cómo te has sentido, qué vivencias has tenido. Te sentiste identificado (a).

Quieres que te ayude a desarrollar y despertar tus dones, quieres que te ayude a despertar tu tercer ojo, que te ayude a entender lo que te está pasando. Entonces agenda tu hora y comencemos tu viaje. Yo estaré contigo en cada sesión.

 

Te invito a que veas a continuación las siguientes películas que tal vez resuenen contigo. Si llegaste aquí de seguro tu alma lo necesitaba. Namaste hermano de luz